domingo, 31 de mayo de 2015

Desmontando tonterías: la lista más votada

Se oye muchas veces a los políticos decir que debe gobernar la lista más votada (sobre todo cuando la lista más votada es la suya o la que más beneficiada sale de esta propuesta). Sin embargo, vamos a ver que esto es una solemne tontería.

Y, como ocurre muchas veces, lo mejor es reducir al absurdo el planteamiento.

Vamos a imaginar un pueblo de cien habitantes con derecho a voto, en el que 98 son de izquierdas y dos son de derechas. Sin embargo, las izquierdas, como pasa muchas veces por el afán de protagonismo de algunos de sus líderes, va totalmente dividida. Vamos, que se presentan 98 candidatos de izquierdas a presidir la alcaldía. Mientras tanto, los dos de derechas presentan una lista única que resulta ser la más votada (con dos votos, ya que Pedro Sánchez no vive en este pueblo y por tanto no ha podido equivocarse al votar).

Así pues, la lista más votada resulta ser la del partido de la derecha, con dos votos, frente a 98 partidos de izquierda, que sólo han obtenido un voto. Como el pueblo es imaginario, también la ley electoral es imaginaria, es decir, que por cada voto se obtiene un concejal. El resultado es un ayuntamiento con dos concejales de derechas y 98 de izquierdas. Según la lógica de los que plantean lo de la lista más votada, el alcalde debería ser del partido de la derecha. Y sería así si al menos tres de los concejales de la izquierda no se pusiesen de acuerdo.

Esto último es factible, pero muchos espectadores externos a ese pueblo consideraríamos que los concejales de izquierda de ese pueblo son, por decirlo finamente, idiotas, por dejar gobernar a la derecha.

Ahora volvemos a la realidad. Pero el último planteamiento sigue siendo válido. Si en algún pueblo, en alguna diputación o en alguna comunidad autónoma los representantes de la izquierda dejan gobernar a la derecha, pese a que esta tenga menos representantes, es que esos representantes de la izquierda son idiotas.